Hace poco más de una década, William Innes eligió una nueva profesión. Un día, era el presidente de una empresa de la industria aeroespacial y, al siguiente, ejercía de fotógrafo de bodas. Se trata de una decisión de la que nunca se ha arrepentido. A día de hoy, es uno de los principales fotógrafos de bodas de Estados Unidos. En los últimos meses, ha estado utilizando la LUMIX S1 para documentar bodas. "La fotografía de bodas es muy versátil: unas veces, eres un fotógrafo de paisajes y, otras, disparas retratos o productos, por lo que necesitas una cámara muy completa". Afortunadamente, la LUMIX S1 está preparada para hacer frente a estos retos. "Se trata de una gran cámara. Los colores son increíbles, y el nuevo modo AF, que enfoca los ojos, el cuerpo e, incluso, los animales, facilita enormemente el trabajo".
A William siempre le ha apasionado la fotografía. "Durante más de 15 años, no tuve tiempo de dedicarme a ello porque mi trabajo era demasiado frenético. Sin embargo, hace 15 años, volví a enamorarme de la fotografía. Fuese donde fuese, llevaba una cámara conmigo". Un día, su sobrino le preguntó si le gustaría fotografiar su boda. "Nunca antes había fotografiado una boda, por lo que compré un libro sobre el tema". Tras una discusión con el dueño de la empresa en la que trabajaba, decidió dejar su empleo para convertirse en fotógrafo de bodas: "No tenía clientes ni ningún tipo de experiencia real". Aprendió el oficio con la práctica, logrando un gran éxito en su hazaña. De hecho, ha obtenido varios premios y galardones por su fotografía. Las bodas son un gran acontecimiento en Estados Unidos.
Algunas personas gastan una pequeña fortuna en el vestido, el banquete y la fiesta. "Aquí en California, a la gente le gustan las bodas al aire libre por el buen tiempo y los hermosos paisajes. Solía realizar mucha fotografía de paisajes, una experiencia que me ha resultado realmente útil a día de hoy, al igual que mi trabajo como retratista. En las bodas, también ejerces de fotógrafo de productos, capturando flores y anillos, por ejemplo". Fotografiar una boda es una tarea agotadora. "En ocasiones, trabajas durante 10 o 12 horas seguidas. Estás todo el tiempo de pie, y tienes que ser avispado y estar concentrado para capturar momentos fugaces. Trabajar con un sistema de cámara ligero como la LUMIX es sin lugar a dudas toda una ayuda". La fiabilidad es también un aspecto fundamental: no hay segundas oportunidades en las bodas.
"La ranura dual para tarjetas de la LUMIX S1 es crucial para mí". Significa que William tiene espacio suficiente para sus fotos y que, incluso, puede guardar una copia de seguridad. "Como fotógrafo de bodas, necesitas al menos dos cámaras. Pueden ocurrir accidentes en las bodas: alguien puede tirarte la cámara, por ejemplo, así que tienes que estar preparado". William lleva unos meses trabajando con la LUMIX S1. "Estoy realmente impresionado con esta cámara. El rendimiento en condiciones de poca luz es increíble. Por el momento, utilizo tres objetivos, pero estoy pensando en hacerme con otros. Para las bodas, utilizo la LUMIX S1 con los objetivos LUMIX f4 de 24-105 mm y LUMIX S PRO f/1.4 de 50 mm. ¡El objetivo LUMIX de 24-105 mm es un todoterreno perfecto y el LUMIX S PRO de 50 mm es sencillamente asombroso! Los resultados son increíbles. Las imágenes se muestran nítidas, y el objetivo ofrece un precioso efecto bokeh. Tiene un tamaño un poco mayor al de otros objetivos de 50 mm de calidad superior, pero se debe a la cantidad de vidrio.
Definitivamente, es un objetivo de alta calidad". Para las bodas, suele trabajar en formato RAW. "Para mi fotografía de viajes, utilizo el formato JPEG. Es mucho más fácil para viajar. En la imagen JPEG generada por la cámara, ya puedes ver los colores brillantes, vivos y precisos que produce esta cámara. La mayoría de los fotógrafos son adictos a la adrenalina. Trabajas bajo presión, pero eso es lo que me gusta. En lugar de problemas, veo desafíos. Siempre tienes que pensar que la próxima boda que vayas a fotografiar va a ser la mejor. He trabajado en algunas bodas de gran calibre en el pasado, con estrellas del deporte incluidas, pero, en la actualidad, prefiero bodas más pequeñas e íntimas, ya que esto me permite entablar una relación con la pareja. En realidad, disfruto trabajando con la gente".
William Innes
William Innes quedó fascinado por la fotografía a una edad temprana tras sentir curiosidad por los botones y diales de la cámara de su padre (una East German Praktica MTL-5B que aún conserva). Tras una dilatada carrera en la industria aeroespacial, William dio el salto al mundo de la fotografía de bodas en 2006 y nunca ha vuelto a mirar atrás. Considera que, para ser un gran fotógrafo de bodas, debes estar muy versado en todo tipo de fotografías, incluidos retratos, paisajes, acción y técnicas de productos. Aparte de la fotografía de bodas, a William le encanta viajar por el mundo para probar la comida, vivir la cultura y experimentar nuevas miras. Además, ha obtenido varios premios y galardones a lo largo de los años.
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